¡Bienvenidos a este artículo sobre el modelo de “La pirámide de los Niveles neuro-Lógicos” de Robert Dilts!
Robert Dilts es un autor, consultor y entrenador en Programación Neurolingüística (PNL), una metodología que estudia cómo el lenguaje y el pensamiento afectan nuestro comportamiento y experiencias. Dilts es uno de los principales desarrolladores de la PNL y ha contribuido al desarrollo de numerosos modelos y técnicas dentro de esta disciplina. Es reconocido por su trabajo en áreas como el cambio personal y organizacional, la creatividad, el liderazgo y el aprendizaje acelerado. Además, Dilts ha escrito varios libros sobre la PNL, incluyendo “PNL: La Nueva Tecnología del Logro” y “Cambiar Creencias con la PNL”. Dilts es una figura destacada en la comunidad de la PNL y es considerado uno de los líderes más influyentes en esta área.
En este modelo, Dilts describe los diferentes niveles de procesamiento que influyen en la forma en que las personas se comportan y piensan.
Los niveles de la Pirámide de los Niveles Neuro-Lógicos son:
- Ambiente o entorno
- Comportamiento
- Capacidades y habilidades
- Creencias y valores
- Identidad
- Espiritualidad

A continuación, describiré cada nivel en detalle, incluyendo ejemplos para que puedas entender cómo cada nivel puede afectar nuestra forma de pensar y comportarnos.
1. Ambiente: El nivel más básico de la pirámide es el ambiente. Esto incluye todo lo que nos rodea, como las personas con las que interactuamos, los lugares donde vamos y las cosas que hacemos. El ambiente puede influir en nuestros comportamientos y pensamientos de muchas maneras. Por ejemplo, si una persona vive en un vecindario peligroso, es probable que tenga más miedo y se sienta menos seguro que alguien que vive en un vecindario seguro.
2. Comportamiento: El siguiente nivel de la pirámide es el comportamiento. Esto incluye lo que hacemos y cómo nos comportamos en diferentes situaciones. Nuestros comportamientos pueden ser influenciados por nuestro ambiente, nuestras capacidades y habilidades, nuestras creencias y valores, nuestra identidad y nuestra espiritualidad. Por ejemplo, si una persona tiene miedo de las alturas, es probable que evite subir a lugares altos.
3. Capacidades y habilidades: El tercer nivel de la pirámide es el de capacidades y habilidades. Esto se refiere a nuestras habilidades y destrezas, así como a nuestro nivel de competencia en diferentes áreas. Nuestras capacidades y habilidades pueden influir en nuestros comportamientos y pensamientos de muchas maneras. Por ejemplo, si una persona es muy buena en matemáticas, es probable que se sienta más confiado y capaz cuando resuelve problemas matemáticos.
4. Creencias y valores: El cuarto nivel de la pirámide es el de creencias y valores. Esto incluye nuestras creencias sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre el mundo que nos rodea, así como nuestros valores y principios éticos. Nuestras creencias y valores pueden influir en nuestros comportamientos y pensamientos de muchas maneras. Por ejemplo, si una persona cree que el éxito es lo más importante en la vida, es probable que se esfuerce más por tener éxito en su carrera.
5. Identidad: El quinto nivel de la pirámide es el de la identidad. Esto se refiere a cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo nos identificamos. Nuestra identidad puede influir en nuestros comportamientos y pensamientos de muchas maneras. Por ejemplo, si una persona se ve a sí misma como un líder, es probable que busque oportunidades para liderar y tomar decisiones.
6. Espiritualidad: El sexto y último nivel de la pirámide es el de la espiritualidad. Esto se refiere a nuestra conexión con algo más grande que nosotros mismos, como la religión, la naturaleza o el universo. Nuestra espiritualidad puede influir en nuestros comportamientos y pensamientos de muchas maneras. Por ejemplo, si una persona tiene una fuerte conexión.
Puede ser muy útil para resolver problemas, ya que nos ayuda a entender las diferentes capas o niveles que influyen en nuestra forma de pensar y comportarnos. Al abordar un problema desde diferentes niveles, podemos identificar mejor las causas subyacentes y encontrar soluciones efectivas y duraderas.
Por ejemplo, si alguien tiene un problema con la procrastinación, podemos utilizar la Pirámide de Niveles Neuro-Lógicos para analizar el problema desde diferentes ángulos y encontrar soluciones adecuadas para cada nivel. Podemos aplicar las siguientes preguntas para cada nivel:
- Ambiente: ¿Qué hay en mi ambiente que me distrae o me impide trabajar? ¿Cómo puedo crear un ambiente más propicio para el trabajo?
- Comportamiento: ¿Qué comportamientos específicos estoy realizando que me llevan a procrastinar? ¿Cómo puedo cambiar estos comportamientos?
- Capacidades y habilidades: ¿Tengo las habilidades necesarias para realizar esta tarea? ¿Necesito mejorar en algún área específica?
- Creencias y valores: ¿Qué creencias tengo sobre el trabajo y el éxito que me llevan a procrastinar? ¿Cómo puedo cambiar estas creencias?
- Identidad: ¿Cómo me veo a mí mismo en relación con el trabajo y la productividad? ¿Cómo puedo cambiar mi identidad para ser más productivo?
- Espiritualidad: ¿Hay algo más grande que me inspire y me motive para trabajar? ¿Cómo puedo conectarme con esto para ser más productivo?
Al analizar el problema desde cada nivel, podemos encontrar soluciones más efectivas y duraderas. Por ejemplo, si descubrimos que nuestras creencias negativas sobre el trabajo son la causa subyacente de nuestra procrastinación, podemos trabajar en cambiar esas creencias para lograr una solución más duradera.
En resumen, el modelo de “La pirámide de los Niveles neuro-Lógicos” puede ayudarnos a abordar los problemas desde diferentes ángulos y encontrar soluciones más efectivas y duraderas.
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